martes, 10 de junio de 2008

A nuestros amigos lectores

A partir desde el jueves 12 de junio, volveremos con las publicaciones de artículos referentes a medicina complementaria. Desde ese día nuestro dominio en internet será: http://naturasaludcomplementaria.blogspot.com/. Estos cambios obedecen estríctamente a razones técnicas. Mil disculpas.

lunes, 9 de junio de 2008

¿Medicina convencional o complementaria?: El Gran Debate


Se utilizan muchos términos para describir enfoques a la atención de la salud que escapan al reino de la medicina convencionalLa medicina que practican los médicos (M.D.), los osteópatas (D.O.) y los profesionales de la salud afines, tales como fisioterapeutas, psicólogos y enfermeras diplomada.


La medicina complementaria y alternativa es un conjunto diverso de sistemas, prácticas y productos médicos y de atención de la salud que no se considera actualmente parte de la medicina convencional. La medicina convencional es la medicina según la practican aquellas personas que tienen títulos de M.D. (doctor en medicina) o D.O. (doctor en osteopatía) y sus profesionales asociados de la salud, como fisioterapeutas, psicólogos y enfermeras tituladas. Algunos profesionales de la medicina convencional son también profesionales de la medicina complementaria y alternativa. Si bien existen algunos datos científicos contundentes sobre algunas terapias de la medicina complementaria y alternativa, en general se trata de preguntas esenciales que aún deben responderse mediante estudios científicos bien diseñados—preguntas por ejemplo sobre la seguridad y eficacia de estos medicamentos en relación a las enfermedades afecciones para las cuales se utilizan.

¿Son las medicinas complementarias una alternativa eficaz a tal punto que puede competir de igual a igual con la medicina convencional? Esta es una pregunta a la que muchos extremistas responderían con un rotundo NO, mientras que otros, irreflexivamente, concluirían con un sí a secas que no haría más que prolongar el debate sin argumentos válidos.

La conclusión básica a la que se ha llegado en medio de este debate es la siguiente: hacen falta estudios científicos. Este hecho real y concreto no puede ir acompañado de una discusión sin argumentos ni realidad, abstracta en todo sentido y que más que aportar, resta, en una competición ridícula entre medicina convencional y alternativa que no lleva a ningún buen puerto.

Lo cierto es que si faltan argumentos científicos que respalden el hecho de que la medicina convencional trabaja mejor con la alternativa que contra la alternativa (y viceversa), el debate no llegará a ninguna conclusión certera y cabal. ¿Pero por qué faltan estudios científicos?

El problema más importante es que las plantas medicinales no pueden patentarse, y por lo tanto existe una ausencia de instituciones dispuestas a financiar proyectos, los cuales generalmente salen por iniciativa de universidades y organismos públicos, lo cual, desde luego, enlentece las cosas.

El rumbo a seguir es encarar este debate con la premisa de que ambos tipos de medicinas pueden trabajar de la mano y de buena manera. Sólo así se podrá hacer comprender a las instituciones que apostar por un desarrollo científico de la medicina alternativa no sólo sirve a este tipo de medicina en sí mismo, sino que también a la convencional. Esta es la única manera de entender que lo necesario no es que ambas medicinas compitan, sino que trabajen en equipo.

Las terapias biológicas en la medicina complementaria y alternativa emplean sustancias que se encuentran en la naturaleza, como hierbas, alimentos y vitaminas. Algunos ejemplos incluyen el uso de los suplementos dietéticos, el uso de productos de herboristería, y el uso de otras terapias denominadas "naturales", aunque aún no probadas desde el punto de vista científico (por ejemplo, el uso de cartílago de tiburón en el tratamiento del cáncer).

Algunos usos de los suplementos dietéticos se han incorporado a la medicina convencional. Por ejemplo, los científicos han descubierto que el ácido fólico evita ciertos defectos congénitos y un régimen de vitaminas y zinc puede retardar el avance de una enfermedad ocular denominada degeneración macular asociada a la edad. Lo cierto es que una no debería de excluir a la otra.

sábado, 7 de junio de 2008

Artritis: Consumo moderado de alcohol la previene


Tomar el equivalente a cinco copas de vino a la semana puede reducir el riesgo de artritis reumatoide hasta un 50 por ciento, según dos estudios escandinavos cuyos resultados se publican en la revista "Annals of Rheumatic Diseases".

El alcohol tiene propiedades antiinflamatorias que puede proteger contra enfermedades del mismo tipo, señalan los investigadores del instituto Karolinska, de Estocolmo, que estudiaron a más de 2.750 personas y tuvieron en cuenta los riesgos genéticos y medioambientales de desarrollo de la artritis.

A todos los participantes, la mitad de los cuales habían desarrollado la enfermedad, se les preguntó por su estilo de vida, por cuánto bebían y fumaban, y al mismo tiempo se les hicieron análisis de sangre para detectar posibles factores genéticos.

El efecto del consumo de alcohol resultó ser el mismo en los hombres que en las mujeres aunque las mujeres tienen el doble de probabilidades de contraer la enfermedad.

Según el doctor Henrik Kallberg, miembro del equipo investigador, uno de los resultados más importantes del estudio es que el tabaco es un factor de riesgo muy significativo en el desarrollo de la artritis reumatoide.

"El consumo moderado de alcohol no es nocivo y puede incluso en determinadas circunstancias ser beneficioso para prevenir la artritis reumatoide" afirma Kallberg.

Muy importante
Los investigadores indican que el alcohol puede estimular la producción de la testosterona, la hormona masculina. Ésta restringe una parte clave del mecanismo que libera citoquinas, que son las proteínas que causan la inflamación.

Fuente:

viernes, 6 de junio de 2008

Comer de noche: Engorda?


Existe entre nosotros la vieja idea de que comer de noche nos hace engordar porque luego no quemamos calorías, sin embargo, este concepto no tiene mucho de cierto ya que omite detalles importantes de nutrición básica, fisiología digestiva, endocrinológica y metabólica. En pocas palabras, ignora por completo el correcto funcionamiento de nuestro cuerpo.

En principio, una caloría cumple la misma función a cualquier hora del día, es decir, determina una cantidad de calor o energía luego de ser asimilada por nuestro cuerpo para que las células mantengan sus funciones básicas. Si bien durante la noche descansamos a través del sueño, nuestro cuerpo no deja de funcionar. Mientras dormimos, nuestros órganos siguen trabajando (aunque a un ritmo más lento). Si no tuviéramos calorías, le exigiríamos demasiado para sostener sus funciones. Las consecuencias de eso serían contraproducentes y terminaríamos enfermándonos.

Es por eso que cada tres o cuatro horas nuestro cuerpo siente hambre, de tal manera que el concepto tradicional de las tres comidas al día actualmente se ha reemplazado por el de tres comidas, y entre ellas, dos pequeñas meriendas. Esto nos permitirá sostener todas nuestras funciones corporales tanto de día (las que se ven incrementadas por nuestra actividad física y mental propias del trabajo y movimiento) como de noche, en donde el gasto de calorías es menor porque sólo descansamos.

Aquellos bocaditos nocturnos

Hay un desorden de alimentación y sueño que dentro de la psiquiatría se conoce desde 1999 como el "Síndrome del comelón nocturno". El perfil de la persona es el de un paciente ansioso, depresivo, con insomnio y que se puede despertar tres o cuatro veces para comer en la noche. Por lo general estos individuos son obesos, y ese exceso de masa corporal no es otra cosa que consecuencia de la ingesta excesiva de calorías por el tipo de comida que consumen. Esto no tiene nada que ver con el hecho de pensar que comer de noche engorda. No hay nada más falso que pensar que para bajar de peso hay que dejar de comer.

Si me tomo la libertad de explayarme tanto con explicaciones es porque creo que ustedes deben tener las cosas claras para elaborar sus propias conclusiones y no creer algo por creer. Por otro lado, no le hagan caso a leyendas urbanas que además de alejarlos de la realidad pueden poner en riesgo su salud. El comer de noche es tan importante como almorzar (de lo cual ya hablaremos) o como desayunar, pero más importante que eso es saber qué y cómo alimentarnos de noche para mantenernos en buenas condiciones de salud:

 Nunca coma muy tarde y deje siempre un par de horas para poder descansar.

 Procure que su dieta nocturna contenga una mayor cantidad de alimentos ligeros y bajos en calorías (ensaladas, frutas, cereales, infusiones).

 Evite los carbohidratos (pan, arroz, fideos) ya que dan un aporte alto de calorías y puede que estas no sean quemadas en su totalidad, convirtiéndose en grasa y a la larga, en sobrepeso.

 Evite los condimentos fuertes, las grasas, el licor, las bebidas gaseosas y el café en exceso, sobre todo si usted es mayor, adolece de problemas gástricos.

 Elija porciones pequeñas.

Muy Importante

Existe mucha gente que se hace la pregunta: Irse a dormir con la barriguita llena de comida produce pesadillas? Yo le respondo que las pesadillas no son solo por comer de noche, existen otras razones como el estrés, el cansancio, las malas posturas y en el caso de tu hermana es mejor que se lo comente a su médico tratante. Algunos medicamentos también las producen, sobre todo los ansiolíticos.
Dr. José Recoba

jueves, 5 de junio de 2008

El beso: Investigación sobre su significado


El beso se ha transformado hoy en día en un símbolo de amor y pasión entre dos personas, pero sólo será eso? Describiendo la palabra diremos que el beso es el acto de tocar algo con los labios, generalmente a otra persona. Aparece como una instintiva forma de demostrar afecto y se da por primera vez de la madre hacia su hijo.

Numerosas interpretaciones buscan el origen del beso en el impulso de succión del bebé, las tendencias canibalísticas (el mordisco amoroso), o la costumbre de tribus primitivas de olfatearse y olerse. Se habla también de que su origen se remota hasta el hombre del Cromagnon, cuando la mujer del Cromagnon alimentaban a sus crías másticando la comida hasta hacerla puré que luego pasaba de su boca a la de su pequeño.

En la historia se describe el beso de codicia y traición en la biblia, el primero se refiera a cuando Jacob besa a Isaac, su padre y le hace creer que es Esaú, el primogénito; con la intención de quedarse con la bendidón de su padre y con la jefatura de la familia. El otro se refiere al que le da Judas a Cristo en la mejilla, con éste entrega al Hijo del Hombre y se condena para siempre.

El Kamasutra por su parte describe tres clases de besos: el nominal, en el que los labios apenas se tocan; el palpitante en el que se mueve el labio inferior, pero no el superior; y el beso de tocamiento, en el que participan labios y lengua.

Aunque todavia en algunas sociedades el beso aun no es aceptado, en otras partes del planeta tierra sigue vigente. Ya sea para demostrar afecto, cariño, ternura o amor; un beso será siempre bienvenido; siempre y cuando se de con respeto y discresión. Inclusive existen los que pretenden darle un significado del beso dependiendo del lugar en que lo recibes. Todo esto siempre ha sido la preocupación de muchos.

Lo que significa para los investigadores

La Universidad de Albany, Nueva York, EU., expone su investigación sobre el comportamiento de los individuos al besarse y concluye que el "primer beso" podría ser decisivo: más de uno descubre tras darlo que no tiene interés por la persona a la que besa, reproduce el diario español El Mundo.

Tres estudios, realizados entre mil 41 alumnos de sicología de la propia universidad, mostraron que las mujeres no se acostarían con alguien sin besarle. En cambio los hombres no le dan tanta importancia, aunque los usan en las reconciliaciones.

Estas respuestas fueron el resultado de las tres preguntas en las que consistió la prueba: primero, el beso utilizado como estratagema para valorar a quien se besa; segundo, el beso como creador de lazos afectivos; y tercero, el beso como elemento que fomenta la excitación sexual, según cita el rotativo ibérico. Aunque la prueba es criticada por el rango de los encuestados -jóvenes entre 18 y 24 años- los autores concluyen que el arte de besar es una estrategia utilizada en el noviazgo para conocer más a la otra persona, para aumentar la excitación sexual y para desarrollar un vínculo afectivo en la pareja.

Fuentes
Amor.com
El Mundo 2008. Diario de España

miércoles, 4 de junio de 2008

Hipocondría: "Doctor me siento mal..."



La hipocondría o el llamado síndrome del 'mal oscuro' se comporta como una planta. Cuando se habla de la enfermedad que cree padecer una persona, es como si se regara la planta con un fertilizante especial que la hace crecer más y más, por lo que conviene establecer un pacto de silencio y limitar así su crecimiento.

Considerada hasta fechas recientes por la psicología como una alteración secundaria y rechazada por médicos hastiados de interminables consultas y quejas de irresolubles -por inexistentes- enfermedades físicas, la hipocondría ha empezado a recibir la necesaria atención sólo en los últimos 20 años. Y eso que ya los sabios de la Grecia clásica, con Hipócrates a la cabeza, describieron, hace más de 2.000 años, esta enfermedad, que consideraban orgánica.

En la actualidad, la hipocondría se define como un trastorno mental caracterizado por el miedo a tener o por la convicción de padecer una grave enfermedad orgánica, a pesar de que las exploraciones médicas la hayan descartado. Desde el punto de vista clínico, se diagnostica cuando su duración es superior a los seis meses, causa malestar significativo (en forma de angustia y depresión), interfiere en la normal satisfacción de las necesidades sociales y laborales del enfermo, y no se puede explicar por otras patologías como el delirio, la ansiedad generalizada, el trastorno obsesivo o la depresión mayor.

En general, los sujetos que padecen este trastorno han vivido de cerca la enfermedad durante su infancia, ya sea en carne propia o en la de alguna persona muy cercana (abuelos, hermana o amigo muy querido). Es habitual encontrar a familiares directos que han sido hipocondríacos y han actuado como modelos de quejas o de sobrepreocupación por cualquier menudencia como un simple resfriado, o que han muerto de forma súbita. Estas experiencias les llevan a sentirse muy vulnerables, a tener conciencia de que, en cualquier momento, pueden morir o sufrir una enfermedad terminal, y empiezan a estar alerta ante cualquier señal en su cuerpo que les indique que esto está a punto de suceder.

Sobrepreocupación y ansiedad

Aquí empieza el problema: la sobrepreocupación por llegar a padecer una enfermedad mortal les lleva a desarrollar una atención constante ante cualquier cambio fisiológico significativo, en especial a los relacionados con su experiencia: si el abuelo murió de una crisis cardiaca, estarán muy atentos a los cambios que se producen en su propio corazón. Dado que están muy activados y muy atentos, es de esperar que los constantes cambios que se producen en el organismo, en su continua adaptación al entorno, no sólo sean percibidos, sino que sean amplificados gracias a la atención selectiva que les presta.

Ayuda al enfermo

El punto de partida es la aceptación del trastorno y el tratamiento con una atención especializada. A continuación es necesario que visite a un médico de su confianza, que le remitirá a un especialista en salud mental (psicólogo o psiquiatra). En los casos en que se hace difícil apartarle del convencimiento de que padece una enfermedad orgánica que no saben diagnosticar y de que rechaza sufrir un trastorno psicológico, conviene que llegue a aceptar que su actitud ante la enfermedad no sólo no le ayuda a superarla, sino que va 'contagiando' de malestar el resto de su vida: su estado de ánimo, sus relaciones sociales, el desempeño laboral y su tiempo de ocio, y que algo diferente debe de hacer, para que algo diferente ocurra. Para conseguirlo, puede acudir a un especialista psicólogo 'sólo' para que 'le ayude a sobrellevarlo', sin entrar a cuestionarle sus convicciones hipocondríacas.

Convencer al resto de familiares y amigos de que dejen de reforzar con su atención las continuas quejas y demandas de opinión. Explicarle que su preocupación es como una planta; cuando habla de su enfermedad es como si la hiciera crecer más y más, por lo que conviene establecer un pacto para eliminar este asunto de las conversaciones diarias.

Animarle a que se implique en sus actividades habituales de ocio y en aquéllas que le ayuden a mejorar su control de la activación (sea meditación o tai-chí). Es necesario ayudarle a valorar con posterioridad si éstas hacen que se sienta mejor o peor en términos generales para facilitar su continuidad.

martes, 3 de junio de 2008

La Dieta después de los 40

La nutrición en la edad adulta se debe enfocar a mantener la salud y a prevenir el desarrollo de enfermedades, mediante el seguimiento de una alimentación variada, sana y equilibrada de acuerdo a la edad, sexo y actividad física de la persona. Los hábitos alimentarios saludables se han de combinar con unos hábitos de vida propicios que incluyan la práctica regular de ejercicio físico, así como la reducción de tóxicos como el alcohol y el tabaco. Y es que la nutrición ha pasado a ser una herramienta que se emplea no sólo para evitar las enfermedades por deficiencia sino como una defensa contra los trastornos crónicos.
Aumento de peso

El cambio fisiológico más sobresaliente en muchas personas durante esta época es el aumento de peso, que conduce a obesidad en numerosos casos. La obesidad puede definirse como el incremento del peso corporal por encima de un 15% del valor considerado normal, debido a un aumento de la grasa corporal. El parámetro objetivo que permite definir la existencia de obesidad es el Indice de Masa Corporal (IMC), que se obtiene al dividir el peso en kilogramos entre la talla en metros al cuadrado. Aplicando esta fórmula se considera obesidad cuando el IMC es igual o mayor a 30 kilogramos por metro cuadrado. El hecho más preocupante es que va en aumento. Además, las personas con un IMC superior a 30 tienen un riesgo mayor de padecer diabetes, hipertensión arterial, hiperuricemia y gota, colelitiasis, hiperlipemia (niveles altos de colesterol y triglicéridos en sangre), enfermedades cardiovasculares, problemas respiratorios, dolencias digestivas, artrosis en cadera y rodillas y problemas psicológicos y sociales. Por tanto, los cambios fisiológicos que resultan del aumento de peso tienen consecuencias importantes para la salud.

Disminución del metabolismo basal

El aporte de energía a través de los alimentos debe adaptarse a las necesidades de cada individuo en función de la edad, complexión y actividad física que realice. Según estima el comité de la OMS (Organización Mundial de la Salud), a partir de los 40 años las necesidades de energía disminuyen un 5% por cada década, ya que se reduce el metabolismo basal del individuo (energía que consume el organismo en situaciones de reposo para mantener las funciones vitales: bombeo de sangre, mantenimiento de la temperatura corporal, etc.). Esto se traduce en la necesidad de un aporte calórico menor, hecho que no suele ser contemplado por muchas personas, dando lugar a un aumento de peso que puede conducir a obesidad si no se soluciona a tiempo.

Pautas para alimentarse bien

Alimentarse y nutrirse correctamente es algo esencial en todas las edades del ciclo vital, aunque cada etapa tiene unos requerimientos específicos. En la madurez, las recomendaciones dietéticas se centran en aumentar los alimentos con mayor capacidad de retrasar el envejecimiento y de prevenir enfermedades. Nada se puede hacer por controlar el “reloj biológico” de nuestras células. Sin embargo, existen al menos tres formas de luchar contra los radicales libres, la otra causa importante de envejecimiento precoz y de enfermedad.

La dieta a partir de esta edad, cuando no existen enfermedades asociadas, se limita a una alimentación equilibrada de acuerdo a los requerimientos personales, teniendo en cuenta ciertos matices:

• A la hora de comer, distinga entre hambre y apetito.
• Coma despacio, de manera relajada y dedique como mínimo 30 minutos a esta parte tan importante del día. En caso de estar preocupado, ansioso o enfadado, es mejor tumbarse en un lugar tranquilo, cerrar los ojos, respirar profundamente y relajarse; y después, cuando uno ya está repuesto, dedicarse a comer.
• Fraccione la alimentación en varias tomas, como mínimo tres comidas principales (desayuno, comida y cena) y respete los horarios de las comidas, sin saltarse ninguna comida.
• Coma sentado en la mesa, de un modo tranquilo y de manera ordenada, sin mezclar los platos.
• Planifique los menús con antelación para poder prepararlos adecuadamente.
• Mastique bien los alimentos, ya que la digestión de muchos de ellos (cereales, patatas y legumbres) comienza en la boca. De esta manera se aprovecha más su valor nutritivo y se predispone al cuerpo hacia una mejor digestión.
• Los alimentos ricos en hidratos de carbono complejos (cereales, legumbres y patatas) deben constituir la base de la alimentación siempre y cuando se ajusten las cantidades a las necesidades energéticas personales.
• Reduzca al máximo el consumo de productos excesivamente dulces por su riqueza en azúcares simples y calorías; sobre todo en caso de obesidad, diabetes o alteraciones de lípidos en sangre.
• Cuide el origen de la grasa de los alimentos. Conviene reducir la de origen animal (grasa saturada) debido a su capacidad de aumentar los niveles de colesterol en sangre y de acumularse en las paredes de las arterias dificultando el paso de la sangre por ellas y aumentando el riesgo de desarrollar arteriosclerosis. Como contrapartida, aumente el consumo de pescado y consuma aceite de oliva preferentemente, ambos alimentos son ricos en ácidos grasos insaturados con indiscutibles cualidades dietéticas de reducir los niveles de triglicéridos y colesterol sanguíneos.
• No abuse de la sal de mesa o de los alimentos ricos en sodio (embutidos, conservas, etc.).
• Beba suficiente cantidad de agua (1, 5 litros al día) para mantener el cuerpo bien hidratado y favorecer la función renal.

Muy importante

Existe un mito que es preciso sepultar. Existe la creencia popular de que el agua "engorda" si se toma durante las comidas. El hecho de tomar líquidos (agua u otras bebidas), antes, durante o después de las comidas nada tiene que ver con que estos alimentos tengan capacidad de engordar más o menos. Lo que ocurre realmente es que se diluyen los jugos gástricos y, consecuencia de ello, la digestión se hace más lenta. Esta es la razón por la cual aquellas personas que padecen digestiones difíciles o pesadas, conviene que omitan cualquier tipo de bebida durante o justo después de las comidas. Sin embargo, para quienes no sufren ningún trastorno digestivo no existe una explicación dietética que justifique que no se pueda ingerir líquidos en esas situaciones.