miércoles, 28 de mayo de 2008

Acné en adolescentes: Falta de sueño y stress lo agravaría


Si eres casi un adolescente, es muy posible que tengas un poco de acné. Aproximadamente ocho de cada 10 preadolescentes y adolescentes tienen acné, al igual que muchos adultos. De hecho, casi 17 millones de personas en los Estados Unidos tienen acné. El acné es algo tan común, que tenerlo se considera parte normal de la pubertad.

El adolescente está madurando, se siente inseguro y es más vulnerable a cualquier comentario, por lo que merman sus relaciones sociales cuando le brotan granos en la cara. Refugiarse en casa suele ser una opción, pero en ocasiones las repercusiones de esta enfermedad inflamatoria van más allá, por ejemplo en un flojo rendimiento académico, si bien este complejo se extiende a cualquier actividad de la vida.

El acné empeora durante el invierno y mejora en verano, probablemente debido al efecto beneficioso del sol. La dieta presenta escasa o nula influencia sobre el acné; no obstante algunas personas son sensibles a ciertos alimentos. Asimismo, el acné también puede aparecer con cada ciclo menstrual en las mujeres jóvenes y puede desaparecer o empeorar notablemente durante el embarazo.


El Estudio
Una nueva investigación afirma que el stress y la falta de sueño, por ejemplo por la presión de un examen no sólo puede empeorar el estado de los granos. Además, agrega que la responsable de la afección sería la inflamación y no la piel grasa, como se venía afirmando. El trabajo fue publicado en la revista médica sueca Acta Derm Venereol.

Muchos adolescentes mencionan que cuando están estresados, su acné empeora . ¿Es esto cierto? Según varios estudios, existe una relación entre el estrés y los granos, que atribuían este vínculo a una mayor producción de sebo o grasa en ese momento. Sin embargo, una nueva investigación de la Escuela de Medicina de la Wake Forest University (EE.UU) afirma, sorpresivamente, que la responsable del brote de acné durante un pico de estrés sería la inflamación y no la piel grasa. Para intentar dilucidar qué está primero, los granos o el estrés, diseñaron un test que les permitió evaluar el proceso.

Según el National Institutes of Health o NIH (EE.UU), el acné "es una condición inflamatoria de la piel caracterizada por erupciones cutáneas alrededor de los folículos pilosos. Se produce cuando los poros de la piel se obstruyen porque la grasa y las células de ésta se acumulan más rápido de lo que pueden salir".

La investigación llevada a cabo por el doctor Gil Yosipovitch, profesor de Dermatología de la Escuela de Medicina de la Wake Forest University y su equipo, afirma que la presión de un examen no sólo puede empeorar el estado de los granos sino que también, sorpresivamente, la responsable sería la inflamación y no la piel grasa , como se venía afirmando. Para llegar a esta conclusión se diseñó un test que permitiría descubrir cómo la tensión contribuye en el proceso.

Los expertos eligieron hacer el estudio en Singapur debido a la temperatura tropical constante y la humedad del país, que afectan la producción del sebo. Los 94 estudiantes seleccionados estaban realizando un curso anual que determinaba si podían ir a la universidad o si debían someterse a un programa menos riguroso. Para llevar a cabo el análisis los jóvenes completaron un cuestionario una vez antes de las pruebas de mitad de año y otra durante el receso de verano.

Los investigadores alemanes sospechaban que verían a la piel de los estudiantes producir más sebo bajo tensión pero no encontraron eso; no tuvieron más puntos negros ni blancos -poros taponados que no incluyen inflamación-, pero presentaron más pústulas o granos -protuberancias con pus-, un hallazgo que sugiere que la inflamación es la responsable y no la producción de sebo. El estudio demostró que los que divulgaron niveles más altos de tensión tenían un 23% más de probabilidades de tener un aumento en la severidad de su acné.

Hay que destacar que el estudio tenía algunas limitaciones como que la mayoría de los estudiantes pertenecían a la etnia china; por lo que habría que evaluar la predisposición. Esto abre la necesidad de estudios más amplios al respecto. Otro punto, evaluado por el doctor Dean Morrell, dermatólogo de la escuela de Medicina de la University of North Carolina at Chapel Hill (EE.UU), es que es difícil separar ansiedad y tensión general de otros factores como cambios en patrones del sueño, la producción de la hormona y la dieta. "La tensión no causa acné, la tensión agrava el acné", destacó Morrell. Por su parte, Yosipovitch cree que los resultados podrían aplicarse a otras condiciones cutáneas: "muchas de nuestras enfermedades de la piel están asociadas con el estrés, como el eccema, la psoriasis y la picazón crónica". La piel, desde mi punto de vista, concluyó el experto, " es un espejo que refleja lo que está pasando en nuestra mente ".

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