lunes, 19 de mayo de 2008

La Fiebre en niños: No hay por qué preocuparse


La fiebre es el principal motivo de consulta en los niños, ya que genera angustia en los padres y por lo regular cuando un niño está enfermo, no es sino hasta que aparece la fiebre cuando se piensa que entonces es un problema grave, que ahora si amerita tratamiento porque puede ser una infección o simplemente que es hasta entonces que se debe de consultar al pediatra. Previo a esto, aún a pesar de tener síntomas de enfermedad respiratoria, digestiva o cualquier otra, si no hay fiebre se recurre a medidas temporales o remedios caseros para manejar en forma empírica las enfermedades.

La temperatura normal varía con la hora del día, con el sitio en donde se toma y con el ejercicio o las emociones. Así, durante la mañana suele ser ligeramente más baja que en la tarde. Con el ejercicio la temperatura aumenta, por lo que es recomendable usar ropa fresca en estas ocasiones. La temperatura oral normal varía de 36 a 37.5 ºC y la rectal puede llegar hasta 37.8ºC. Caundo tenemos una temperatura más allá de los 40º grados recién debemos preocuparnos.

La fiebre no es una enfermedad, sino la respuesta del organismo ante una situación anormal. En niños, lo más frecuente es que sea causada por una infección, por lo que lo importante no es tanto controlar la fiebre como diagnosticar y tratar apropiadamente la infección. Existen incluso muchas evidencias que demuestran que la fiebre moderada facilita los mecanismos de defensa del organismo ante las infecciones. Otras causas de fiebre pueden ser la deshidratación, el exceso de ropa, especialmente en los recién nacidos, reacción a medicamentos, alergias, y muy ocasionalmente, algunos tumores.

Qué hacer en caso de fiebre?

Existen medidas generales como son la aplicación de medios físicos para controlar la fiebre, esto es utilizar paños húmedos en cabeza y abdomen, mismos que se deben de estar cambiando activamente. Se debe de ofrecer mayor cantidad de líquidos a beber para evitar la deshidratación y mantener a los niños con ropa ligera, con lo que evitaremos que la temperatura se eleve con facilidad. Es importante que a la par de estas medidas sea muy cuidadoso al usar medicinas para el control de la fiebre y que el uso de éstas sea bajo supervisión médica no por automedicación. Antes de caer en la tentación de administrar un antipirético, se debe de solicitar atención médica con la finalidad de hacer un diagnóstico de certeza y administrar tratamiento oportunamente.

Un niño con temperatura alta precisa tomar más líquido de lo habitual, pues la fiebre les hará sudar mucho. Asegúrese de que el niño beba mucho líquido, y si es preciso, dele una cucharadita cada pocos minutos. Una vez seguros de que el niño bebe mucho líquido, no importa que coma poco (pero siempre algo) durante un par de días.

Un niño con fiebre también necesita descansar y dormir. No tienen porqué estar en cama todo el día si les apetece jugar, pero deben tener la opción de estar tumbados.

Si el niño tirita mientras sube la temperatura, se le puede cubrir con un edredón o con una manta, pero cuando la temperatura se ha estabilizado y el niño empieza a sudar, necesitará perder calor. En ese momento solamente precisan ropa interior o un pañal y con esto se favorecerá que se desprenda el calor de su cuerpo. Asegúrese de que la habitación este ventilada y bien acondicionada, pero sin corrientes de aire.

Muy importante

1.- No use nunca enemas de agua helada, por el riesgo de una intoxicación hídrica.
2.- Nunca use baños de alcohol, ya que este puede absorverse por la piel y provocar lesiones muy graves.
3.- No use ningún medicamento en niños que contenga aspirina. Si sigue estos consejos, habrá dado un paso muy importante en el tratamiento de su hijo.
4.- Existen estudios que demuestran que niños a los cuales se les ha administrado antipiréticos demoran más en sanar que los que no reciben medicamentos antipiréticos.

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