viernes, 31 de agosto de 2007

Cuidado con la ATM

Alguna vez al abrir mucho la boca, como al bostezar o simplemente al hablar o comer sus alimentos ha sentido chasquidos (como conejos) o peor aún dolor en la zona cercana al oído?. Si es sí usted está experimentando lo que se conoce como Disfunción de la Articulación Temporo Mandibular (DATM). Antes de referirnos a esta enfermedad tenemos que saber que es la Articulación Temporo mandibular (ATM).

Es la articulación entre el hueso temporal y la mandíbula. En realidad son dos articulaciones, una a cada lado de la cabeza, que funcionan sincrónicamente. Es la única articulación móvil entre los huesos de la cabeza. La ATM está compuesta por un conjunto de estructuras anatómicas que, con la ayuda de grupos musculares específicos, permite a la mandíbula ejecutar variados movimientos aplicados a la función masticatoria (apertura y cierre, protrusión, retrusión, lateralidad). Existe, además, una articulación dentaria entre las piezas de los dos maxilares, que mantiene una relación de interdependencia con la ATM: Cualquier trastorno funcional o patológico de localización en cualquiera de ellas será capaz de alterar la integridad de sus respectivos elementos constitutivos. (A veces se habla de Articulación Temporomandibulodentaria) La ATM está formada por el cóndilo de la mandíbula, con la cavidad glenoidea y el cóndilo del hueso temporal. Entre ellos existe una almohadilla fibrosa: Disco o menisco articular. Por encima y por debajo de este disco existen pequeños compartimentos en forma de saco denominados cavidades sinoviales. Toda la ATM está rodeada de una cápsula articular fibrosa. La cara lateral de esta cápsula es más gruesa y se llama ligamento temporomandibular, evitando que el cóndilo se desplace demasiado hacia abajo y hacia atrás, además de proporcionar resistencia al movimiento lateral. Los cóndilos temporal y mandibular son los únicos elementos activos participantes en la dinámica articular por lo que se considera a esta articulación una Diartrosis bicondílea.


La disfunción de la ATM es un transtorno reversible de poca incidencia. Esta disfunción se caracteriza por chasquidos, crepitaciones, dolor a la palpación de los músculos de la masticación ( pterigoideo interno, pterigoideo externo, masetero, temporal). Esta alteración puede tener otros síntomas que no sean precisamente el dolor a la palpación de los músculos de la masticación, chasquidos o crepitaciones, sino que tambièn pueden presentarse síntomas como tinnitus, cefaleas, dificultad para abrir la boca y para masticar. Existen casos muy crónicos y graves en donde el paciente pierde progresivamente la audición.
El bruxismo es un transtorno, por lo general inconsciente, que se presenta en situaciones de stress o mientras duerme el individuo. Se caracteriza por el desgaste de las coronas al realizarse fricción de los diente inferiores con sus antagonistas. Aquí también puede aparecer otra disfunción relacionada con los dientes: El Trauma oclusal, que ha veces se manifiesta con dolores en la base del diente como si se tratara de una caries. La constante contracción de los músculos de la masticación generan una gran presión sobre las piezas dentarias y periodonto, lo cual puede causar dolor en la ATM y los músculos de la masticación.

Los tratamientos varían según la gravedad e intensidad de la molestia. Se administran anti-inflamatorios y relajantes musculares. Se puede realizar una Balance oclusal haciendo un desgaste selectivo en las piezas dentarias de mayor contacto con su antagonista. Otra alternativa es la confección de una Férula miorrelajante o placa relajadora nocturna que evitará el contacto de los dientes y por consiguiente la ubicación de los componentes de la ATM en el espacio y aliviar también los posibles síntomas del paciente. También es beneficioso una terapia psicológica para controlar la ansiedad y el stress, posibles causales de la disfunción. Se recomienda finalmente de aparatología ortodóntica fija u ortopedia maxilofacial para solucionar definitivamente el problema.

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