lunes, 10 de diciembre de 2007

Aftas Bucales y la Vitamina A

Cuántas veces de seguro, hemos padecido de esas heridas en la boca que duran días en sanar y que nos imposibilitan comer y hablar, principalmente.

Las aftas bucales o llagas (úlceras) son unas pequeñas pero molestas heridas presentes de forma frecuente en los niños, sobre todo en los bordes de la lengua y en el paladar blando. En la mayoría de los casos no se les presta demasiada atención, ya que se asocia con el frío del invierno, que hace que el niño tenga bajas las defensas, o con el hecho de ir a la guardería, que facilita el contagio de cualquier infección (el niño ésta en continuo contacto con otros, y se lleva muchos objetos a la boca).

Insuficiencia de Vitamina A

Al margen de que las llagas en la boca se deban a una infección pasajera, también pueden ser síntoma de una deficiencia específica nutritiva de minerales como el hierro, o de vitaminas como la vitamina A. En este caso, el refuerzo de la dieta infantil con estos nutrientes ayudaría al niño a recuperarse antes del malestar. Si las llagas respondieran realmente a una deficiencia nutritiva, las llagas se curarían espontánea y rápidamente. Pero si el niño sigue teniendo llagas en la boca con frecuencia, el consejo es acudir al médico para asegurar el diagnóstico.

A menudo también se confunde una afta bucal con una infección por el virus herpes, relativamente frecuente en niños pequeños entre los 3 y 4 años de edad, aunque esta infección suele ser más dolorosa y suele ir acompañada de fiebres más altas.

En los adultos, también va asociado a un decaimiento del sistema inmunológico debido a alto stress y a enfermedades en donde la deshidratación, fiebre y disminución de la cantidad de la saliva estén presentes.

La vitamina A tiene una doble función en la curación de las aftas bucales. Por un lado, mejora y repara las mucosas en caso de que la deficiencia sea la causa. Por otro lado, refuerza el sistema inmunológico, por lo que se combatirá antes la infección en caso de que éste sea el origen.

Dónde se encuentra la Vit. A?

En la naturaleza, la vitamina A se encuentra sólo en alimentos de origen animal. Es muy abundante en el hígado y en las grasas de la leche como la mantequilla y la nata, además de la propia leche entera y la yema del huevo. Los vegetales tienen la forma pro-vitamina A, denominada también beta-caroteno. Es el pigmento que da el color naranja a hortalizas como la calabaza y la zanahoria (también las espinacas, aunque sean de color verde), y a frutas como los albaricoques, el melocotón, el melón de carne naranja, el mango, las naranjas y las mandarinas. El beta-caroteno se transforma en vitamina A siempre que el organismo lo requiera.

Tratamientos naturales

La cura de vitamina A para los niños consistirá en incluir, durante los días que duren las llagas en la boca, un licuado de zanahoria y manzana para desayunar o merendar, un bol de crema de calabaza y zanahoria para cenar o comer, y una fruta diaria (o su zumo) rica en esta vitamina.

Aunque no hay un tratamiento eficaz para eliminar las aftas bucales rápidamente, los enjuagues con infusión de salvia se emplean desde antaño para aliviar la inflamación de las aftas bucales por sus propiedades cicatrizantes, bactericidas y antiinflamatorias. La salvia presenta un sabor suave que los niños admitirán sin problema. Para ofrecerla a los niños, se prepara una infusión, que se diluirá en un poco de agua. Con esta mezcla, los niños deberán enjuagarse la boca varias veces al día, al menos después de limpiarse los dientes tras las comidas. La infusión de salvia se puede combinar con otras plantas con las mismas propiedades, como la manzanilla, el romero o el tomillo. Sin embargo, el sabor de estas dos últimas resulta tal vez muy fuerte para los más pequeños.

Consejos

Las aftas bucales suelen producir ardor o picor intenso durante una y dos semanas. Además, hay alimentos que acentúan el malestar. Por ejemplo, los alimentos de textura dura o crujiente (pan tostado, galletas o cereales) producen dolor, ya que rozan las llagas. Lo mismo ocurre con los alimentos ácidos como los cítricos o la salsa de tomate. Por tanto, conviene hacer cambios en la textura de los alimentos, escogiendo los más blandos y endulzando ligeramente los más ácidos para que la dieta no resulte monótona y aburrida.

La zanahoria también puede producir dolor al masticar. De ahí la sugerencia de ofrecerla cocida en cremas y purés, como ingrediente de otros platos. Si se decide incluirla cruda, lo mejor es batirla y mezclarla con manzana u otras frutas. Es posible que las mandarinas y las naranjas desagraden al niño por su acidez. En este caso, se pueden endulzar con unos hilitos de miel o con azúcar y canela, o hasta se pueden sustituir por mango troceado, muy dulce y de temporada.



NOTA IMPORTANTE:

Otro tratamiento casero es la utilización de jugo de noni (que contiene en su composición vitamina A, regeneradores naturales y desinflamantes) y aplicarlo en un apósito en el lugar de la herida (dejarlo en la zona hasta despertar), después del último aseo antes de dormir. Los resultados son sorprendentes al día siguiente.

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