viernes, 14 de marzo de 2008

La Vitamina B3 combate el Colesterol

El colesterol es un tipo de grasa producida por el hígado necesario para regular una serie de funciones orgánicas. En el organismo, el colesterol se transporta unido a unas sustancias llamadas lipoproteínas. Si el colesterol que circula por la sangre está elevado (por encima de 200 miligramos por decilitros) el diagnóstico es hipercolesterolemia, que puede tener origen hereditario (estas personas pueden presentar colesterol elevado en edades muy tempranas), y su desarrollo también puede estar favorecido por una alimentación poco saludable o demasiado calórica que conduce a sobrepeso u obesidad. Una dieta rica en grasa saturada puede favorecer la aparición y desarrollo de hipercolesterolemia, por la capacidad que tiene este tipo de grasa de elevar los niveles de colesterol en sangre.

La niacina, también conocida como vitamina B3, nicotinamida o ácido nicotínico, es una vitamina esencial para la formación de diversas coenzimas. Éstas son sustancias que hacen posible el metabolismo (aprovechamiento en el organismo) de los hidratos de carbono y de las grasas, al facilitar su conversión en energía en las células. Además, se trata de un inhibidor de la síntesis de lipoproteínas, utilizado desde la década de los 50 para el tratamiento de la hipercolesterolemia. Se ha demostrado como la sustancia más eficaz para aumentar el colesterol HDL.

Las ingestas diarias recomendadas (IDR) de niacina para la persona adulta son de entre 15 y 20 miligramos diarios (más en hombres que en mujeres), que se cubren de un 60% a un 70% por medio de la síntesis endógena a partir del triptófano de la dieta, un aminoácido esencial y abundante en alimentos de origen animal. Así, 60 miligramos de triptófano se convierten en 1 mg de niacina. Las fuentes alimenticias especialmente buenas de esta vitamina son las vísceras (hígado, riñones), pescados, cereales integrales, frutos secos (en especial los cacahuetes), levadura de cerveza, semillas de sésamo y orejones de albaricoque y melocotón.

Aunque esta vitamina se conserva durante la manipulación previa de los alimentos (lavado, cortado...) y el tratamiento culinario con calor, está comprobado que el escaldado en los vegetales provoca hasta un 15% de pérdidas de niacina. También durante la maduración de la carne, es decir, el tiempo que pasa desde el sacrificio hasta que la carne es apta para el consumo, también se cuantifican pérdidas de niacina de entre el 25 y el 30%. No obstante, sólo con una dieta en la que se contemplen a diario, tanto alimentos ricos en niacina como en triptófano, tiene sus limitaciones en el tratamiento de las dislipemias.

La ingesta de niacina como complemento a la dieta se contempla como una terapia nutricional eficaz y potente para regular los niveles de colesterol, al observarse efectos en la reducción de las lipoproteínas LDL (colesterol 'perjudicial') y los triglicéridos, y en el aumento de las lipoproteínas HDL (colesterol 'beneficioso'). Las lipoproteínas son los compuestos encargados de transportar el colesterol por la sangre. Según diversas investigaciones, todavía es más efectivo el resultado si se asocia la niacina a estatinas, los fármacos más efectivos, comúnmente empleados, en el tratamiento de las dislipemias.


Cabe señalar que el consumo, en dosis elevadas, de vitamina B3 no viene exento de potenciales efectos secundarios, que conviene conocer antes de comenzar la terapia nutricional, y siempre bajo instrucciones médicas.

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