sábado, 22 de septiembre de 2007

Las Propiedades de la Manzanilla


El nombre científico de esta maravilla es Matricaria chamomilla L. Casi se cultiva en todo el mundo. Su empleo es ampliamente conocido de igual forma.

Existen tres variantes de manzanilla, la más popular de las cuales es la conocida como manzanilla alemana. La manzanilla ha sido usada con fines medicinales durante miles de años. La manzanilla puede emplearse tanto interna como externamente. Las investigaciones modernas han demostrado que usada externamente esta planta posee propiedades que la hacen efectiva para reducir inflamaciones y tratar problemas como la caspa, el eccema, y las hemorroides. También se puede emplear en gárgaras para dolores de garganta y gingivitis (inflamación de las encías).

Sin embargo el uso por el que es más conocida es el de calmante o tranquilizante. La manzanilla actúa como un sedante suave. Contiene sustancias que actúan sobre el sistema nervioso central calmando los estados de estrés y ansiedad. También se usa como té para aliviar problemas digestivos. Sirva también para aliviar los malestares intestinales y reduce la sensación de llenura y gases en los mismos.
La manzanilla también posee propiedades antimicrobianas, antisépticas y fungicidas. Se sabe que inhibe el crecimiento de las bacterias conocidas como estafilococos y estreptococos.

Propiedades Los principios activos de la manzanilla son los responsables de conferirle numerosas propiedades. Entre ellos se encuentran: aceite esencial, flavonoides (luteolol, apigenol, quercetol), cumarinas, mucílagos, principios amargos (matricina, matricarina...) y sales minerales (8-11%). El aceite esencial produce un efecto antiinflamatorio, antiséptico, espasmolítico, carminativo, emenagogo y ligeramente sedante, acciones a las que contribuyen las cumarinas y flavonoides. Los mucílagos son demulcentes y, junto con el aceite esencial, tienen un efecto reepitelizante. Los principios amargos son responsables de su actividad aperitiva, digestiva y colerética. En uso externo es antiinflamatorio, analgésico, cicatrizante y antiséptico. Se utiliza también en muchas lociones capilares para aclarar los cabellos.

Para personas adultas se puede preparar una infusión echando 150 mililitros (unas cinco o seis onzas) de agua sobre dos y cuatro gramos de flores y dejándolo durante unos diez minutos.

Se puede emplear bajo la forma de infusiones, decocciones y aceite esencial.

Contraindicaciones Salvo indicación expresa, no es recomendable prescribir aceites esenciales por vía interna durante el embarazo, la lactancia, a niños menores de seis años o a pacientes con gastritis, úlceras gastroduodenales, síndrome del intestino irritable, colitis ulcerosa, enfermedad de Crohn, hepatopatías, epilepsia, Parkinson u otras enfermedades neurológicas. Igualmente no se ha de administrar, ni aplicar tópicamente a niños menores de seis años ni a personas con alergias respiratorias o con hipersensibilidad conocida al aceite esencial de la manzanilla. No prescribir formas de dosificación con contenido alcohólico para administración oral a niños menores de seis años ni a personas en proceso de deshabituación etílica. La planta fresca puede ocasionar dermatitis de contacto. El aceite esencial es muy irritante de la piel y las mucosas.

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