miércoles, 23 de enero de 2008

La Miopía Progresiva

La miopía es un defecto refractivo por el cual las imágenes se formas antes de llegar a la retina, esto puede ser debido a una longitud excesiva del globo ocular, o a que las lentes del mismo son demasiado potentes.
El resultado es que los pacientes ven mal los objetos lejanos. Exiten diferentes tipos: La miopía congénita, la miopía escolar, la miopía progresiva y la miopía magna.

Hay quien cree que, una vez superada la adolescencia, los ojos ya están a salvo de una miopía progresiva. La degeneración macular asociada a la edad (DMAE) supone una de las principales causas de pérdida grave de visión en personas mayores de 50 años. Los oftalmólogos ensayan nuevas técnicas, como la neovascularización coroidea, e investigan con células madre el modo de curar las enfermedades neurodegenerativas de la retina.

Anteojos, lentes de contacto e intervenciones quirúrgicas minimizan este problema hasta el punto de asumir unos supuestos de salud visual u ocular imprecisos. Además, existen creencias erróneas alrededor de la miopía, como que aparece como resultado de leer en mala postura y con mala iluminación, ver mucho la tele o trabajar muchas horas frente a una pantalla de ordenador, algo que no es cierto. Es falso, asimismo, que la miopía proteja frente a la vista cansada, o presbicia, y que llevar una graduación hipocorregida (con menos dioptrías de las que en realidad se precisan) "espabile" la visión, o que las lentes de contacto consigan frenar el avance de una miopía. La medicina alternativa tampoco se salva de malentendidos: con evidencias científicas en la mano, no hay dietas especiales capaces de prevenir este problema.

Pese a que una corrección de las dioptrías permita ver con normalidad, los oftalmólogos aconsejan no perder de vista la salud de los ojos debido a que un miope, por el simple hecho de serlo, tiene siempre más posibilidades de padecer glaucoma, cataratas precoces y retinopatía o coroidosis.

No hay comentarios: