sábado, 19 de enero de 2008

Los Peligros de la Automedicación

La automedicación es un hecho que sucede muy a menudo, muchas personas consideran que así se evitarán los gastos que implica acudir a un médico y simplemente se saltan ese paso tan importante, pero no saben que al hacer esto ponen en gran riesgo su vida.

Al automedicarse una persona puede disminuir la efectividad de los antibióticos que toma, por ejemplo, y generar en su sistema cepas de bacterias resistentes al medicamento, que pueden infectar a otras personas.

También puede provocarse una intoxicación además de interacciones indeseadas entre otros medicamentos o enfermedades del paciente.

El peligro real de esta actitud es que todo medicamento químico tiene diversos efectos secundarios. Esto es que paralelamente al efecto terapéutico, pueden causar en el paciente molestias adicionales como somnolencia, mareos, dolor de cabeza, entre otros. En la mayoría de los casos, estas dolencias no son graves, pero en otros, el daño puede ser fatal. Puede también producir gastrititis, cirrosis, insuficiencia renal , ulceras, etc.

El efecto secundario funciona diferente en cada persona, de ahí que sea importante que un médico que sepa detectar las debilidades y el historial clínico, sea quien indique el medicamento adecuado.

Por otra parte, otro factor que arriesga la buena salud es que el paciente no conoce la dosis conveniente para su condición, y puede que se cause grandes estragos al tomar mayor cantidad de la medicina. Mientras que si ingiere la cantidad adecuada, el medicamento hará lo suyo y curará la dolencia.

Ahora bien, la mayoría de los casos de automedicación ocurren debido a la recomendación que un amigo o familiar hace de alguna medicina que a él le resultó. Sin embargo, no necesariamente va a actuar de la misma manera en otro organismo, aunque los síntomas parezcan los mismos. De ahí el cuidado que hay que tener. Claro que tampoco se trata de acudir al médico por un dolor de estómago o de cabeza que con acetaminofén o aspirina se alivian. Sin embargo hay que estar seguros de la reacción que tenemos ante estos medicamentos de libre venta y de una suavidad relativa.

Importante

Muchos son los padres que automedican a sus hijos menores de seis años cuando se presentan síntomas de catarro, comprando medicinas que suelen conseguirse fácilmente y sin receta en farmacias y supermercados. Lo preocupante es que muchos de esos sitios carecen de la presencia de expertos en salud. Según los médicos, estos padres desconocen que al suministrar este tipo de medicina sin receta médica y sin un control médico, podrían estar poniendo en peligro las vidas de sus hijos. El problema es que estas medicinas que suelen utilizarse para tratar el catarro poseen ingredientes activos como la efedrina, la cual aumenta el ritmo crdíaco. El otro problema es que se combinan diferentes medicamentos para darles un tratamiento que dura días, sin saber realmente cuales son los efectos secundarios que esa combinación podría producir.

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