¿Quién no ha tenido alguna vez una lumbalgia, ese dolor en la zona baja de la espalda que puede incluso irradiarse a las piernas?. En la mayoría de los casos estas molestias desaparecen con reposo, antiinflamatorios y relajantes musculares, pero existen otras situaciones más dolorosas y complicadas que trataremos en este artículo.
Causas de lumbalgia crónica
Las personas que sufren de lumbalgia crónica (por meses o años) presentan episodios dolorosos intensos que incluso los incapacitan y se originan en un daño en la columna. Ellos suelen padecer de una hernia discal y/o de una espóndilolistesis.
¿Qué es una hernia discal?
Entre las vértebras existe un disco intervertebral, que funciona como un amortiguador y está constituido por un anillo cartilaginoso con un tejido central gelatinoso. La hernia aparece cuando, tejido gelatinoso sale presionando o irritando a los nervios cercanos y originando el dolor.
¿Qué es la espondilolistesis?
Consiste en el desplazamiento de una vértebra sobre la otra, probablemente por pérdida de la consistencia y fortaleza de las fibras que forman el anillo. Así las vértebras se desalinean y presionan las estructuras adyacentes produciendo dolor.
Opciones de tratamiento
Para los casos crónicos y difíciles de tratar existen los tratamientos quirúrgicos, extirpación del disco lesionado, colocarle trozos de hueso extraídos de la cadera, o fijar la columna fusionando las dos vértebras que rodean al disco lesionado.
El Dr. Jeremy Fairbank y colaboradores, publicó recientemente un estudio sobre 349 pacientes con lumbalgia crónica (en promedio de ocho años), entre 18 y 55 años, considerados candidatos a una operación de columna. Se les dividió, al azar, en dos grupos: los que se operarían y los que ingresarían a un programa intensivo de rehabilitación física. Durante dos años se les siguió y evaluó a través de un indicador de discapacidad, una prueba de caminar y su calidad de vida. Sólo en el indicador de discapacidad se observó una discreta superioridad en los que fueron operados, pero en las otras pruebas de caminar y de calidad de vida los resultaron fueron similares en ambos grupos. Los autores concluyeron que no existe evidencia clara de que la cirugía de fusión de las vértebras fuese superior a un tratamiento intensivo de rehabilitación.
Reflexiones y recomendaciones
Este estudio puede servir para definir el manejo de las lumbalgias crónicas. Si uno no tiene compromiso motor (es decir debilidad muscular) probablemente la mejor estrategia inicial sea empezar con un tratamiento intensivo de rehabilitación durante por lo menos seis semanas antes de pensar en un tratamiento quirúrgico.
Independiente del tratamiento que finalmente reciba, cuide su columna: doble sus rodillas cuando cargue algún peso (no use la columna como una grúa), evite permanecer sentado por muchas horas ( haga pequeñas interrupciones cada hora para caminar algo ), duerma sobre un colchón consistente u ortopédico y use una almohada entre las rodillas si duerme de costado.
Finalmente, recuerde que la mejor manera de prevenir y tratar estos males es reforzar sus músculos de la cintura lumbar y abdominal , para fabricarse su propia faja y no usar una externa que termina por debilitar más sus músculos. Por último, pero no menos importante , manténgase activo físicamente y evite el sobrepeso. Le aconsejamos que visite una vez por año por lo menos al quiropráctico.
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