martes, 16 de octubre de 2007

La Piel: Una frágil barrera

Es muy común que, al cruzar la barrera de los 35 años, comencemos a notar muy desconcertados la aparición de arrugas y surcos en la piel.
Luego, nos empezamos a irritar por la aparición de manchas y tonos de piel más opacos, para descargar un grito de furia cuando notamos que, finalmente, la piel ha perdido elasticidad y firmeza, a causa del bajo nivel de hidratación.

Algunos de los signos de envejecimiento de la piel y las causas del mismo son:

Adelgazamiento y arrugas: El adelgazamiento ocurre en la medida en que disminuye la producción de células en la epidermis. La dermis también puede tornarse más delgada y estos cambios en ambas capas hacen que la piel parezca más como papel crepé y se arrugue. La piel envejecida se describe a menudo como más similar al 'papel' .

Pérdida de la firmeza: La piel pierde firmeza al envejecer porque produce menos elastina (fibras elásticas que le confieren flexibilidad) y colágeno (fibras densas que le confieren fortaleza). Con estos niveles menores de elastina y colágeno, la piel finalmente se rinde a las fuerzas de la gravedad cayéndose y encorvándose.

Manchas de la edad: Las células de la pigmentación que contiene la epidermis (melanocitos) tienden a aumentar en ciertas áreas, en particular en el dorso de la mano que ha estado expuesto al sol, y se agrupan formando lo que se conoce como manchas de la edad.

Sequedad: La piel envejecida tiene menos glándulas sudoríparas y oleosas. Esto puede hacer a la piel más propensa a condiciones de sequedad como la aspereza y la picazón.

Si bien es posible que estos efectos nos ocurran a todos, la velocidad y el grado de envejecimiento de la piel tiene en parte que ver con factores genéticos. Aún más significativa es la influencia que ejercen los factores del estilo de vida. Y la lista de los “enemigos” de la piel parece no sorprendernos: El sol, el cigarrillo, la contaminación y el medio ambiente, stress y falta de sueño, la alimentación.

Se han realizado estudios, que han demostrado que la sequedad de la piel es consecuencia de la reducción de los agentes hidratantes. De esta forma, además de bajar los niveles de reservas de agua, también se reducen otros elementos como los aminoácidos o las proteínas, lo que provoca la pérdida de las estructuras de cristal líquido, que da como resultado una piel menos luminosa y más apagada.Con respecto a la oxidación, se puede afirmar que su principal causa es la desnaturalización molecular.

Qué hacer?
Protege su piel del sol: cubrirse, usar un sombrero y lentes de sol y aplicar un protector solar con un FPS mínimo de 15 .
Evitar fumar y atmósferas llenas de humo.
Reabastecer a las células y para disolver y eliminar toxinas.
Comer una dieta saludable y bien balanceada: tan importante para una piel saludable como para un cuerpo saludable. Las vitaminas individuales son particularmente beneficiosas para una piel saludable: por ejemplo, la vitamina A para estimular la generación de nuevas células; la vitamina C para construir nuevo colágeno; la vitamina E, trabajando en conjunto con el selenio (un antioxidante que se encuentra en alimentos tales como el pescado, las carnes rojas y las nueces) para protegernos contra los agentes contaminantes.
Ejercicio regular: simplemente caminando cuando pueda, hará que la sangre fluya, oxigenando su cutis.

Tenga mucho cuidado de usar cosméticos o sustancias de dudosa garantía porque dañan su piel.
Y finalmente, independientemente si ud. es hombre o mujer humecte con regularidad su cara y su cuerpo. Ver artículo sobre los cosméticos

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