miércoles, 24 de octubre de 2007

La Baba de Caracol: Funciona?

Nuestra preocupación será siempre la de servir a ustedes queridoslectores y preocupados por estar siempre gozando de una buena salud. En esta oportunidad, gracias a los numerosos correos que hemos recibido muchas preguntas sobre los mitos y verdades que existen sobre La Baba de Caracol, si realmente funciona o no? Si existen estudios científicos que respalda la venta indiscriminada de este producto por todo el mundo, especialmente en avisos televisivos.

Los anuncios que promocionan determinados productos con baba de caracol y les atribuyen propiedades “milagrosas” han puesto en pie de guerra a varios expertos que aseguran, que si bien los beneficios para la piel de las secreciones de este animal están sobradamente demostrados, la mayoría no se obtienen con el rigor científico adecuado. Y es que ciertos "productos milagro" que prometen curar el acné, las cicatrices, estrías, arrugas y quemaduras, gracias a la baba de caracol no lo han demostrado en absoluto. Sin embargo, estos mismos expertos, confirman las propiedades regeneradoras y antioxidantes de cierta secreción de este animal para atenuar las arrugas y recuperar la vitalidad de la piel. ¿Verdad o mentira?

Para empezar, hay que diferenciar entre la baba y la secreción del caracol. La baba, es el fluido que utiliza el caracol para desplazarse y que carece de cualquier propiedad saludable para nuestro organismo; mientras que la secreción de caracol es la sustancia que, parece ser, puede ayudar a retardar el envejecimiento cutáneo y reparar nuestra piel, entre otras propiedades. Este animal produce esta secreción únicamente como mecanismo de defensa frente a distintas agresiones medioambientales. Por eso no todas las cremas a base de caracol son iguales. Para que posean las propiedades regeneradoras y antioxidantes que se les atribuyen, deben ser elaboradas con la secreción obtenida del caracol ante determinados estímulos externos: radiaciones o estrés mecánico, y no con la baba que el caracol desprende en su desplazamiento. Y lo más importante, debe estar avalada por un estudio científico riguroso que respalde las propiedades que ofrece. En el afán de vender las empresas el producto exageran las propiedades y no marcan la diferencia existente.

Investigación y pruebas

Como ocurre casi siempre —sobre todo en el mundo de la ciencia—, el descubrimiento de las propiedades del caracol fue por casualidad.

En 1965, el doctor Abad Iglesias, oncólogo del hospital Gregorio Marañón de Madrid, sometió al “Cryptomphalus Aspersa” a las radiaciones de rayos X y gamma descubrió que no sólo retraía las antenas, sino que segregaba una sustancia especial completamente distinta a la que utilizaba para desplazarse. Asimismo, descubrió que al mantener las radiaciones sobre el caracol se producían pequeñas lesiones en la piel que el bicho curaba con una increíble rapidez.

Diferencias notables
La secreción del caracol “cryptomphalus aspersa” obtenida en estado de estrés es extremadamente rica en proteínas y polisacáridos, responsables de su actividad regeneradora, y nada tiene que ver con la baba que el caracol segrega durante su desplazamiento, carente de actividad biológica y cuya única función es permitir su movilidad.

Está demostrado que esa baba produce una disminución gradual del porcentaje de pacientes con arrugas finas (26,7%) y gruesas (45,5%), así como que mejora considerablemente el aspecto fotoenvejecido y que ayuda a hidratar la piel. Se dice que borra las arrugas profundas y las estrías, lo cual es categóricamente falso. Las estrías son cicatrices y no se borran con la secreción.

En palabras de la doctora María José Tribó-Boixareu, dermatóloga del Hospital del Mar de Barcelona, "la secreción del caracol ejerce una doble función. Por una parte, estimula la formación del colágeno, elastina y del componente dérmico que reparan los signos del fotoenvejecimiento y, por otra parte, minimiza el daño generado por los radicales libres, responsables del envejecimiento prematuro de la piel".

Componentes
Alantoína: estimulante de la epitelización de la piel por estímulo de la proliferación celular. Ayuda a eliminar los tejidos necróticos, inviables, sustituyéndolos por tejidos nuevos. Otra de sus acciones es actuar como anti-irritante, protegiendo la piel de la acción de sustancias ácidas o alcalinas, jabones o aceites.

Proteínas y vitaminas: contribuyen al buen estado trófico de la piel. Además, las vitaminas tienen propiedades antiinflamatorias, que en este caso potencian la acción de los antibióticos naturales contenidos en el mismo sustrato.

Antibióticos naturales: son sustancias capaces de actuar contra bacterias presentes habitualmente en la piel, en especial la Eschericia Coli, el Staphylococcus aureus, la Pseudomona Aeruginosa, protegiéndola de su infección resultante leve. Practicamente estos antibióticos´sólo favorecen al pequeño caracol.

Colágeno y elastina: estos dos importantes componentes de la piel se encuentran también en la secreción del caracol, pero en muy poca cantidad.

Ácido glicólico: una de las grandes novedades de la cosmética ha sido la introducción de los hidroxiácidos, que aplicados a la piel y según su concentración, solo pueden producir una ligera descamación y no un peeling intenso. El ácido glicólico, por la eliminación de capas superficiales de la piel, también mejora la situación de los folículos pilosos, favoreciendo el paso a su través de las sustancias aplicadas en la superficie. El problema es que la cantidad de ácido glicólico que tiene en la secreción el caracol es muy insignificante para el ser humano. En su alimentación el caracol lo toma de las plantas, pero es muy poco lo que nos puede ofrecer. Se tendría que utilizar grandes cantidades de caracoles para cada pote de crema o agregar ácido glicólico extra, lo cual resulta para las empresas nada lucrativo.


Andar con cuidado

Sin embargo, estas propiedades deben haber sido demostradas científicamente en cada producto y esto no sucede en todos ellos, advierten los dermatólogos y farmacéuticos. Hay que dejar bien en claro que la baba no es la que tiene las propiedades sino la secreción del caracol.

Antes de adquirir un producto con secreción de caracol, lo primero es "consultar con el dermatólogo o con el farmacéutico porque son ellos los profesionales que pueden asesorarnos sobre el aval científico que respalda un producto concreto". Además, "en el mismo producto podemos ver quién lo fabrica y acceder a teléfonos y direcciones de contacto". En ese sentido, "existen muchos productos milagro que dan una dirección norteamericana inexistente", advierte la especialista.


Fuentes:
Nuevo Encuentro (portal de investigaciones)
El Cuerpo (Revista virtual de medicina estética y bienestar)
Lic. en Cosmeatría Betty Delgado S.

No hay comentarios: