Es un fruto exótico que proviene de las laderas del Himalaya, concretamente de China Continental. Su componente mayoritario es el agua. Es de moderado aporte calórico, por su cantidad de hidratos de carbono. Destaca su contenido en vitamina C; más del doble que una naranja, y vitaminas del grupo B, entre ellas el ácido fólico, también proporciona vitamina E.
Contiene más fibra que una manzana y es muy rico en potasio (aporta aproximadamente 250 mg. de potasio). Esta fruta es un auténtico tesoro nutricional: es un poderoso antioxidante, aporta vitamina C y es rico en minerales. Su consumo gana adeptos cada día, seducidos por el delicioso toque exótico que aporta en multitud de platos.
Se trata de un tesoro de virtudes concentradas en su pequeño tamaño. Es una de las frutas con cantidades de nutrientes sobre todo ácido fólico, un nutriente que refuerza el sistema inmunológico. Alimento rico en minerales como el potasio, el magnesio y la fibra –aliada infalible para combatir el estreñimiento–, contiene, además, una enzima llamada actinidina que nos ayuda a hacer la digestión. Por todas estas propiedades, el kiwi es la fruta ideal para incorporarla a la dieta de niños y adolescentes, embarazadas y ancianos –los mayores suelen tener carencias de vitamina C y padecer de estreñimiento crónico.
En reciente estudio se encontró que las propiedades del kiwi están por encima de las espinacas y todas las demás frutas y verduras.
El kiwi dorado es una fruta que aporta pocas calorías; en torno a 80 calorías por cada 100 gramos. Su componente mayoritario es el agua, seguido por los hidratos de carbono; 18 gramos por cada 100 gramos de pulpa. Su contenido de grasas y proteínas es, al igual que el resto de frutas, muy bajo. En concreto aporta 0,5 gramos y 2 gramos de grasas y proteínas respectivamente. Lo más destacable de esta fruta, es su aporte de vitaminas, en especial de vitaminas C y E, siendo así mismo buena fuente de minerales como el potasio y de fibra dietética de efecto laxante, que contribuye a mejorar el tránsito intestinal. También contiene fitoquímicos (sustancias propias de plantas) de acción antioxidante.
Hemos dicho que es originario de China, el kiwi se introdujo en Europa en el siglo XIX como planta ornamental y no como fruta comestible. Llegó en barco desde Nueva Zelanda, país que lo bautizó con el nombre de un pájaro autóctono de gran parecido físico con esta fruta refrescante y de sabor ligeramente ácido. Su piel es marrón y está recubierta por pequeños filamentos. La pulpa, suave y jugosa, es de color verde esmeralda y está repleta de pepitas negras dispuestas en forma de círculo.
Muy bueno para el estreñimiento o constipación
El kiwi es una fruta rica en fibra soluble. Su ingestión puede ayudar a mejorar el transito intestinal y prevenir la aparición del estreñimiento o mejorarlo. Durante el desayuno, resulta muy interesante realizar una mezcla de yogur o kefir con kiwi. El yogur, por su riqueza en fermentos, ayuda a restaurar la flora intestinal y el kiwi completa el tratamiento a añadir su contenido en fibras que favorece la expulsión de las heces. No hay que olvidar, además, el papel que la fibra desempeña en el tratamiento del colesterol, al impedir la absorción de este en el intestino. Comer kiwis puede ayudar a que los niveles de colesterol en la sangre sean menos elevados.
El Kiwi como mascarilla para la piel
Ya sabemos que contiene vitamina C (tiene mas del doble que la naranja), la vitamina C , el colágeno y la elastina son excelentes para el cuidado de la piel. Sobretodo para aquellas que han sufrido mucha exposición solar y están deshidratadas..
Siendo antioxidante, teniendo betacarotenos y oligoelementos tiene un efecto aclarador, reafirmante, hidratante y rejuvenecedor.
Antes de usar el kiwi como mascarilla, cortado en rebanadas y colocarlo en el rostro, cuello y escote, se debe de realizar un limpieza profunda del cutis.
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